jueves, 31 de diciembre de 2015

Día 2 - Nochevieja

Por fin hemos recuperado nuestras maletas! Menos mal por qué el día promete en cuanto a temperatura y hay que salir muy abrigado a la calle.

Último día del año y, aunque a miles de kilómetros de distancia, nosotros también nos preparamos para despedir el 2015. Hemos hecho nuestras suculentas compras para la cena de esta noche, en un sitio que 'fichamos' ayer y que estaba lleno de gente local comprando y comiendo allí mismo todo tipo de carnes (cerdo, ganso, pollo...), ensaladas, pastas... Así que hoy lo teníamos claro, y hemos aprovechado para comer una rica sopa con la que entrar en calor.

Nuestro recorrido turístico nos ha llevado a la estación de tren de Nyugati, donde los trenes 'bala' húngaros esperaban a sus viajeros. La estación es antigua y su edificio fue diseñado por la escuela Eiffel de París, donde destaca su estructura de hierro y cristal.

Aquí tenéis unas fotos de la imponente Basílica de San Esteban, con uno de los mercados navideños más chulos de la ciudad. No nos hemos podido resistir y hemos probado el dulce típico, este rulo llamado kurtoskalacs, que estaba muy rico.

Después, hemos accedido al interior del majestuoso hotel Four Seasons, o Palacio Gresham, como si estuviéramos alojados, por la puerta principal y sin dudar. Así, hasta te abren la puerta oye! Una pasada su hall de entrada, con sus vidrieras, mosaicos, herrajes...

Justo enfrente, el Puente de las Cadenas, uno de los símbolos de la ciudad, y que seguramente muchos de vosotros hayáis visto en alguna foto (o en persona, quién sabe). Impresiona. Sus formas, sus leones dándote la bienvenida, se asienta sobre las aguas del Danubio, para trasladarte de Pest a Buda, a la otra orilla. Las vistas son una pasada. Da igual a donde mires, siempre hallarás un palacio, una iglesia, un castillo, agua, gente...

En la otra orilla, la plaza Adam Clark, el kilómetro 0 de Hungría y el funicular que asciende al castillo, casi tan antiguo como el ascensor del apartamento !

Hoy no toca visitar esta zona de Buda, pero sí la colina del monte Gellert, en honor a quien los paganos tiraron al Danubio en un barril por querer convertirles a su religión. Cómo se las gastaban por aquí hace tiempo, verdad? En esta montaña, destacan la Ciudadela, la estatua de la libertad y sobre todo, las vistas que desde aquí arriba se podían disfrutar.

Hemos descendido hasta llegar al Hotel Balneario Gellert, que recordaréis porque aquí se grabó el anuncio de los cuerpos Danone hace años (yo también fui a EGB!) El hotel es una pasada. Un edificio art-noveau con unas piscinas termales de la época turca que conservan todo su encanto pasado. Pero hoy no tocaba mojarse, tan solo disfrutar del edificio, tanto por dentro como por fuera.

Se encuentra justo al lado de otro de los puentes más bonitos de Budapest, el Puente de la Libertad o Szabadsag Hid, famoso por sus barandillas verdes y su estructura metálica. Lo hemos atravesado, deleitándonos con las vistas de Buda, de Pest...


La noche se echaba encima, el frío apretaba, así que hemos ido caminando entre animadas calles de vuelta al apartamento para cenar, y despedir el 2015 de la mejor manera posible.
Feliz año a todos (BÜÉK !)

Día 1 - Llegada a Budapest

El día ha comenzado con un buen madrugón para, vía Bruselas, alcanzar la capital húngara. Viaje muy cómodo y tranquilo. Sin embargo, el enlace de menos de 1 hora ha provocado que nuestras maletas no nos acompañaran hasta el destino final. Un 'pequeño' contratiempo ya que al estar alojados en un apartamento sin recepción 24 horas, no tienen a bien entregarte el equipaje de madrugada, y nos ha tocado esperar hasta la mañana siguiente.

En fin, al mal tiempo buena cara. Bueno, lo de mal tiempo según por donde se mire. El cielo azul durante toda la jornada, pero el termómetro ha estado entre los 2 y los -3 grados, con una ligera brisa heladora. Nuestros guantes, gorros y bufandas perfectamente apilados en las maletas (¡cuánto os hemos echado de menos!). Además, el hecho de que vengamos de las tropicales tierras bilbaínas no ha ayudado a la aclimatación. Será cuestión de tiempo...

El apartamento, céntricamente situado junto a la plaza Oktogon, nos va a dar esa libertad que siempre  buscamos en nuestros viajes. Muy coqueto, con buena calefacción y todo lo que necesitamos para pasar esta semana. Se accede desde la calle a través de un patio, para luego, a modo de corrala acceder a tu pisito. El ascensor, y todo el edificio es tan antiguo como la mayoría de los edificios de esta ciudad.

La primera toma de contacto con Budapest la hemos hecho sin rumbo fijo, para ir descubriendo rincones, plazas, decoraciones navideñas, puestos ambulantes, cafés, bares de ruina (ya os hablaremos en otra ocasión qué es esto)... Tendremos tiempo de ir parándonos en cada detalle con más calma.

La ciudad está muy animada en estas fechas, como os podréis imaginar. Además, nos está llamando mucho la atención la decoración de los locales, bares, cafeterías, restaurantes, etc. todos ellos con un toque muy modernete, con mucho gusto a la hora de poner las cosas. Esto promete!


De vuelta en el apartamento, y con lo puesto, hemos empezado a degustar las delicias húngaras, centradas en su mayor parte en el cerdo, por herencia de la ocupación turca que, por su religión, era lo único que no podían comer y a lo que se aferraron los pobres húngaros en aquella época.
Con la tripa llena, tan solo rezamos para que nuestras maletas estén embarcadas en el siguiente vuelo de Brussels!

jueves, 17 de diciembre de 2015

Nos vamos a Budapest !


Moderna y barroca, cool y tradicional, ecléctica, vitalista e imprescindible...Budapest, es de esos lugares, una ciudad imposible de encerrar en una sola palabra.

Y allí que nos vamos este año a despedir el año y a comprobar si todos estos adjetivos son ciertos.
Porque nos gusta viajar, y hay que aprovechar todos los momentos para hacerlo. Y descubrir nuevos lugares que tengan algo que ofrecer y, a priori, la capital húngara parece un buen destino.


No sabemos si será el Danubio que lo divide, la mezcla de las dos ciudades en una, Buda y Pest, su grandioso Parlamento, su Palacio, sus baños termales, los recuerdos de su trágico pasado o su nuevo aire underground reflejado en el barrio judío y sus bares de ruina... o quizás es una mezcla de todo esto lo que nos hace estar deseando coger el avión y plantarnos en la ciudad magiar.


Una semana en la que Roberto está deseando, por fin, tener unas Navidades blancas, y Susana que continúe el clima tropical que estamos disfrutando en el norte estas semanas. En cualquier caso, ambos estamos con ganas de desconectar, de poder pasear tranquilamente, disfrutando de la vida de esta ciudad como si fuéramos uno más de sus más de 2 millones de habitantes.

Visitaremos sus monumentos, probaremos su gastronomía, nos sentaremos en alguno de esos cafés que te trasladan a otra época, nos bañaremos al aire libre en aguas termales a 37ºC, beberemos vino caliente en sus mercados navideños... Por planes y posibilidades que no sea!

Lo de siempre, intentaremos mantener al día la bitácora del viaje, para que todos aquellos aventureros que nos queráis seguir desde la distancia, lo podáis hacer. Es un blog totalmente abierto a todos, familia, amigos, curiosos... todos podéis enviarnos vuestros comentarios.

Nos vemos pronto.
Roberto & Susana