Último día del año y, aunque a miles de kilómetros de distancia, nosotros también nos preparamos para despedir el 2015. Hemos hecho nuestras suculentas compras para la cena de esta noche, en un sitio que 'fichamos' ayer y que estaba lleno de gente local comprando y comiendo allí mismo todo tipo de carnes (cerdo, ganso, pollo...), ensaladas, pastas... Así que hoy lo teníamos claro, y hemos aprovechado para comer una rica sopa con la que entrar en calor.
Nuestro recorrido turístico nos ha llevado a la estación de tren de Nyugati, donde los trenes 'bala' húngaros esperaban a sus viajeros. La estación es antigua y su edificio fue diseñado por la escuela Eiffel de París, donde destaca su estructura de hierro y cristal.
Aquí tenéis unas fotos de la imponente Basílica de San Esteban, con uno de los mercados navideños más chulos de la ciudad. No nos hemos podido resistir y hemos probado el dulce típico, este rulo llamado kurtoskalacs, que estaba muy rico.
Después, hemos accedido al interior del majestuoso hotel Four Seasons, o Palacio Gresham, como si estuviéramos alojados, por la puerta principal y sin dudar. Así, hasta te abren la puerta oye! Una pasada su hall de entrada, con sus vidrieras, mosaicos, herrajes...
Justo enfrente, el Puente de las Cadenas, uno de los símbolos de la ciudad, y que seguramente muchos de vosotros hayáis visto en alguna foto (o en persona, quién sabe). Impresiona. Sus formas, sus leones dándote la bienvenida, se asienta sobre las aguas del Danubio, para trasladarte de Pest a Buda, a la otra orilla. Las vistas son una pasada. Da igual a donde mires, siempre hallarás un palacio, una iglesia, un castillo, agua, gente...
En la otra orilla, la plaza Adam Clark, el kilómetro 0 de Hungría y el funicular que asciende al castillo, casi tan antiguo como el ascensor del apartamento !
Hoy no toca visitar esta zona de Buda, pero sí la colina del monte Gellert, en honor a quien los paganos tiraron al Danubio en un barril por querer convertirles a su religión. Cómo se las gastaban por aquí hace tiempo, verdad? En esta montaña, destacan la Ciudadela, la estatua de la libertad y sobre todo, las vistas que desde aquí arriba se podían disfrutar.
Hemos descendido hasta llegar al Hotel Balneario Gellert, que recordaréis porque aquí se grabó el anuncio de los cuerpos Danone hace años (yo también fui a EGB!) El hotel es una pasada. Un edificio art-noveau con unas piscinas termales de la época turca que conservan todo su encanto pasado. Pero hoy no tocaba mojarse, tan solo disfrutar del edificio, tanto por dentro como por fuera.
Se encuentra justo al lado de otro de los puentes más bonitos de Budapest, el Puente de la Libertad o Szabadsag Hid, famoso por sus barandillas verdes y su estructura metálica. Lo hemos atravesado, deleitándonos con las vistas de Buda, de Pest...
Feliz año a todos (BÜÉK !)